¡Viva la libertad creativa!
En publicidad frecuentemente tenemos un problema: intentamos que la primera idea que proponemos guste. Esto quiere decir que nos presionamos y nos volvemos locos descartando ideas antes de conseguir hacer una propuesta en voz alta.
En Amor de Madre siempre hemos querido romper los muros que bloquean la creatividad y alejarnos de los procesos convencionales de la publicidad, por eso ejercemos lo que nos gusta llamar “creatividad sin prejuicios”.
Porque sabemos lo que es la autoexigencia tan bien como sabemos que el miedo mata la capacidad de crear.
¡Viva la libertad creativa!
Y es que donde uno solo ve un concepto plano, otro puede ver la campaña del siglo y donde uno cree ver la idea de su vida, otro puede encontrar un fallo garrafal.
Por eso consideramos esencial la libertad a la hora de compartir ideas en equipo, sin miedo a quedar mal y sin miedo a no ser suficientemente cool.
Para nosotros, solo este flujo de ideas sin complejos puede llevar al mejor resultado posible. A lo más rompedor y, sobre todo, a la diferenciación.